El lugar que ocupa actualmente el Monumento a los Muertos se construyó a principios del siglo XX en el emplazamiento de una parte del recinto y del foso.

Los dibujos antiguos representan las ruinas de estas fortificaciones, donde se encontraba la modesta puerta du Chapitre, precedida por una barbacana (similar a la de la puerta Brunet) unida al campo por un puente sobre el foso.

Al fondo pueden verse los tejados de la colegiata, cuyos diferentes niveles ponen en evidencia las sucesivas fases de construcción y de restauración. Si bien es probable que la obra de esta vasta iglesia aún no estuviera terminada a principios del siglo XIII, el ángulo noroeste de la fachada fue truncado para no obstaculizar el trazado rectilíneo de la muralla construida poco después. Lo que debería haber sido un imponente torre-pórtico quedó inacabado para siempre; su techo provisional, visible en imágenes antiguas, fue modificado a finales del siglo XIX.

Más al norte, las imágenes antiguas muestran una de las casas románicas que dominan el foso en mejor estado que el actual… El revestimiento de la fachada y, sobre todo, su adarve almenado se derrumbaron el 25 de diciembre de 1949, dejando al descubierto el interior del muro circundante sin la parte superior.

En cuanto a las enigmáticas «Grandes Murallas» que se alzan fuera del foso, se trata simplemente del muro norte de la iglesia del primer convento de los dominicos, aún en construcción cuando los monjes se retiraron al abrigo de las murallas hacia 1340. El resto de los edificios del convento, el arrabal que lo rodeaba, el hospital de Saint-Julien situado justo al lado… y todo este barrio fuera de las murallas, testigo de la época dorada de Saint-Émilion en vísperas de la guerra de los Cien Años (1337-1453), fue arrasado en los primeros años del conflicto. En la actualidad, solo las Grandes Murallas guardan su recuerdo…

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