Durante la guerra de los Cien Años (1337-1453) y, posteriormente, durante las Guerras de Religión francesas (1562-1598), se añadieron tramos de matacanes en la parte superior de la muralla para mejorar su defensa, como aquí delante del Logis. En el siglo XVIII, la familia Malet de Roquefort, por entonces propietaria del edificio, lo amplió añadiendo, en el lado del jardín, la imponente fachada clásica con su galería que aún hoy se puede ver, así como varios anexos hoy desaparecidos (la bodega, la caballeriza, el invernadero de naranjos…). Cuando el ayuntamiento compró la propiedad en 1879 para instalar aquí la escuela pública, el jardín todavía estaba cerrado por una muralla almenada, que fue demolida poco después para ampliar la calle actual llamada “des Anciennes Ecoles”. También fue en esta época cuando desapareció la torreta, con su alto tejado a dos aguas, que se puede ver en imágenes antiguas.

A finales del siglo XIX, se retiró parte de la muralla medieval para crear la calle y la plaza actuales, abriendo así la ciudad al campo.

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